
MANIFESTO
SALVAJE
Productores en vivo e historias de vid-a.
Creamos este espacio para generar vínculos, para conocer los vinos libres de todo el país, encontrarnos con las personas detrás, tener conversaciones donde fluyan ideas, sensaciones, emociones, abriendo el lugar a escucharnos, aprender y conectar con el disfrute.
En Feria Salvaje revalorizamos y damos visibilidad al trabajo a escala humana, coherente con todo lo que se hace desde la uva hasta la botella.
Entender que no hay un planeta B.
Apoyar al movimiento agroecológico y sano de la tierra a la mesa, fomentando un espacio de comercio directo y transparente.

Un movimiento para reconectar con conocimientos ancestrales, con el vino como ritual, como cultura y parte de nuestra historia vitivinícola.
Apoyamos prácticas sanas en el viñedo mediante agriculturas sustentables y conscientes para proteger la vida de la tierra; fermentaciones espontáneas generadas por levaduras nativas como el diferencial de estos vinos y mínimas o nulas prácticas enológicas como filtrados o sulfitados en diferentes momentos de la vinificación.
Promovemos transparencia en la comunicación de la elaboración del vino para que tengamos información clara sobre lo que bebemos y comemos.
Reconocemos como patrimonio a nuestras variedades autóctonas y aquellas plantas antiguas dispersas por todo el país como testigos.
Creemos que poner a dialogar pensamientos diferentes nos acerca, nos enriquece abriéndonos a otras perspectivas desde realidades únicas para comprender a fondo y reafirmar o cuestionar las propias, sumar algo nuevo o cambiar de rumbo.
Aún siendo proyectos únicos, hay un recorrido en conjunto.
Recuperar el ritual del vino como bebida, transformación y movimiento.
Conectar con la observación y la creencia, promover la transmisión de conocimiento de generación en generación creando lazos comunitarios y tradiciones únicas de cada sitio.
Recibir a productorxs de todo el país y poder llevar esta feria a todas las provincias y más!
Conectar el campo y la producción de vino con la ciudad encontrándonos en unión en lugar de competición.
Entender el valor del agua como indispensable para la vida, por una tierra y alimentos sanos como derecho humano y prioridad ecológica.
Reconocemos y recuperamos la importancia del vino, sin promover la embriaguez.
Porque el vino se convierte en vino cuando se bebe y queremos que se viva en primera persona, compartiendo entre todxs